La ansiedad ante los exámenes tiene mucho que ver con la forma en que vivimos una situación estresante. Hay quienes necesitan estrés para ponerse en marcha; otros, se comportan de forma irritable ante el estrés; algunos lloran o se enfadan; unos cuantos se paralizan y abandonan lo que están haciendo y muchos llegan a desarrollar algunas molestias físicas como irritaciones en la piel, dolores de cabeza, molestias gástricas, vómitos, mareos, fiebre

Es normal y casi inevitable sentir ansiedad ante los exámenes. 

¿DONDE ESTA EL PROBLEMA?

  • Pensamientos anticipatorios y catastrofistas: “es imposible”, “no me va a dar tiempo”, “voy a suspender”, “no me dará tiempo a terminar el examen” … A estos, podemos añadir el miedo a decepcionar a mi familia, a no ser nada en el futuro, lo que pensarán de mi, etc.
  • Pensamientos disruptivos: “debería haber estudiado más”, “no me cunde”…
  • Mala organización del estudio-descanso: evito ponerme porque estoy muy nervioso, luego compenso y me quedo hasta tarde o salgo para distraerme y ya no estudio y me siento más culpable o incluso quiero aprovechar tanto que me paso todo el día estudiando sin salir.

TIPS:

  1. Respiración consciente. Antes de sentarte prueba a realizar 3 o 4 de respiraciones profundas poniendo mucha atención en cómo afectan y relajan tu cuerpo.
  2. Los pensamientos negativos que te vienen son sólo pensamientos, no realidades, son fruto del miedo a no conseguir lo que queremos y en realidad sólo nos indican que el examen es importante para nosotros.
  3. Sujétate, no te dejes ir por esos pensamientos. Aleja estos pensamientos y pon tu foco de atención en el estudio.
  4. Recuerda que eres capaz y seguro que tienes alguna experiencia de éxito en el pasado, confía en ti, apóyate, háblate con cariño y cuidado. (Prohibido los “deberías” y los pensamientos tipo “soy un desastre”,…)
  5. Realiza descansos de 5-10min cada hora. Levántate de la silla, muévete, estírate, respira,…
  6. Desconexión diaria. Prohibido estudiar todo el día sin salir de casa. Si aprovechas para hacer deporte, hablar con un amigo, que te de el aire,…mucho mejor.
  7. Según un reciente estudio publicado en Current Biology, el ejercicio físico practicado unas horas después del aprendizaje mejora la memoria y aumenta la actividad del hipocampo (región del cerebro clave en la recuperación de la información aprendida).