La adaptación es un mecanismo clave de nuestra especie. Nos permite superar la adversidad e, incluso, salir fortalecidos en las situaciones más difíciles (resiliencia).
La adaptación hedonista es la cara amarga. El lado menos bonito de la adaptación humana. Supone normalizar las situaciones y los momentos de placer y felicidad que se repiten día tras día. Incluso si eran muy deseados, al repetirse, dejan de ser gratificantes y pierden su brillo y su capacidad de hacernos felices.
CAUSAS:
El ser humano es un mal predictor de su felicidad, se equivoca. Desea las cosas incorrectas. Lo que deseamos no es lo que nos hace más felices (un coche nuevo, un buen trabajo, más dinero, una pareja, una casa más grande…).
QUE PODEMOS HACER:
- Invierte en experiencias (un concierto, un paseo con tu amigo, una exposición, una comida…). Las experiencias no permanecen y, por ello, no te da tiempo de adaptarte a ellas.
- Activa tu conciencia. Date cuenta cuando disfrutas y coméntalo, verbalizalo, compártelo, hazle una foto,…(“savoring”)
- Gratitud. Agradece las cosas buenas que tienes, los momentos gratos vividos, haz una lista de cosas por las que te sientes agradecido,… Los beneficios son incalculables: mejora tu estado de ánimo, reduce el estrés, fortalece tu sistema inmune, baja la presión arterial y hasta aumenta la conexión social.
CONCLUSIÓN:
Recuerda, de cara a la FELICIDAD el 40% depende de nuestra actitud…
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