La angustia de sufrir el bolo histérico

Sientes una presión en la garganta. Parece que se te ha quedado algo atascado. Tragas con dificultad y, a medida que continúas haciendo esto -para verificar que todo está bien-, tu garganta se va estrechando cada vez más. Intentas tranquilizarte, pero la sensación persiste. Al final, tu nerviosismo aumenta y puede que derrames alguna lágrima. Estás experimentando lo que es el bolo histérico.

El bolo histérico, también conocido como nudo en la garganta tal y como se refiere el artículo Manifestaciones pseudoneurológicas de los trastornos somatomorfos, es un síntoma de la ansiedad. Este provoca que la persona que lo experimenta tenga la constante sensación de que su garganta se va a cerrar y dejará de respirar. A pesar de que esto parezca real, en realidad, no va a ocurrir.

¿Por qué aparece el bolo histérico?

El bolo histérico es uno de los principales síntomas que indican que hay un problema de ansiedad. La gran mayoría de las personas que la sufren manifiestan esta sensación de ahogo. No obstante, debemos tener en cuenta que esto no deja de ser una sensación. En ningún momento se van a ahogar. De hecho, aunque tengan dificultades para tragar, si prueban a beber un vaso de agua no tendrán ningún problema para hacerlo.

Lo que sí sucede es que el bolo histérico “empeora” si nos creemos su mentira, que es que vamos a dejar de respirar. En estos casos, la sensación de ahogo puede incrementarse y la persona puede empezar a actuar de una forma desesperada. Esto no quiere decir que si somos conscientes de lo que sucede el bolo histérico desaparecerá rápidamente. No, esto no funciona así.

A pesar de haberlo experimentado en más de una ocasión y de saber que no nos va a ocurrir nada malo, el bolo histérico conseguirá que derramemos alguna lágrima debido a la desesperación de tenerlo durante diez o quince minutos sin que parezca remitir. Si esto es algo que nos ocurre con asiduidad, haríamos bien en pedir ayuda profesional. Hay algo en nuestra vida que nos está causando ansiedad y a lo que no le estamos sabiendo poner solución.

Características del bolo histérico

Aunque ya podemos hacernos una idea más cercana de la manera en la que se manifiesta el bolo histérico y cómo lo experimenta una persona que sufre ansiedad, hay determinadas características que es necesario mencionar:

  • Aparece cuando estamos tranquilos: el bolo histérico no aparece en los momentos de mayor tensión o ansiedad. Lo hace cuando todo está en calma. Esto es debido a la acumulación de aquello que no nos está haciendo bien. El problema de esto es que nos impide identificar el problema.
  • Provoca que hablemos con dificultad: aunque no nos vayamos a ahogar, la sensación de ahogo está producida por una tensión que se centra en nuestra garganta. Esta tensión suele provocar que nos cueste hablar, que lo hagamos como si estuviésemos mal de la garganta.

Ignorar los síntomas de la ansiedad

Si hemos sufrido alguna vez el bolo histérico, es probable que hayamos terminado en urgencias. Lo que allí nos hacen es una exploración en la que nos indican que no hay nada que esté obstaculizando nuestra garganta. Por tanto, en muchos casos nos dan una pastilla y nos envían para casa. Pero nada de esto solucionará nuestro problema.

Ignorar los síntomas de la ansiedad puede tener graves consecuencias. Una de ellas es que no conseguiremos ver qué es lo que en realidad nos la está provocando. La ansiedad no deja de ser un aviso que nos grita “¡detente! Algo no te está haciendo bien y no te estás dando cuenta”. Pero, si la ignoramos, no se irá. Todo lo contrario, intentará avisarnos de que hay un problema que debemos resolver de otras múltiples formas.

“Estoy siendo atacada por algo de lo que no puedo escapar”.

-Sherri Paricio Bornhoft-

El bolo histérico puede ser el primer aviso con el que la ansiedad intente que nos demos cuenta de algo que nos está sucediendo. Si no le hacemos caso, entonces, probará con la despersonalización, la somatización de emociones, la opresión en el pecho o la parálisis facial (parálisis de Bell), entre otras opciones.

Lo ideal es que acudamos a un profesional para resolver aquello que nos está provocando ansiedad. Porque esta puede aparecer en cualquier momento. No avisa ni da señales de alarma para que nos podamos preparar para su aparición. Lo hace así para que nos demos cuenta de lo que nos está ocurriendo requiere de una atención inmediata.

Por Raquel Lemos Rodriguez