AUTOESTIMA

La autoestima está en la base de muchos problemas y es un pilar fundamental para nuestro BIENESTAR.

¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA?

Es la valoración (positiva o negativa) que hacemos de nosotros mismos. Nuestros niveles de autoestima pueden ser diferentes según las áreas de nuestra vida, puedo tener una autoestima alta en el área académica o intelectual y una autoestima baja en el ámbito deportivo y social. La autoestima puede aumentar o disminuir a partir de situaciones o experiencias emocionales, familiares, sociales o laborales.

TIPOS DE AUTOESTIMA:

Baja autoestima: percepción distorsionada de nosotros mismos que nos impide vernos como personas valiosas o simplemente tener un juicio objetivo sobre nosotros mismos. 

Autoestima inflada: es el disfraz de una autoestima baja, son personas con una necesidad constante de expresar seguridad en sí mismas y, en el fondo, de aprobación de los demás.

 Autoestima positiva  (o ajustada): es tener una imagen buena de uno mismo (imagen positiva), lo cual es esencial para afrontar la vida con una aptitud abierta y optimista, para sacar lo mejor de ti y sentirte independiente.

¿PARA QUÉ TRABAJAR LA AUTOESTIMA?

Una autoestima ajustada o positiva nos ayuda a:

  1. Aceptarnos y querernos tal y como somos, de manera incondicional. Estar en sintonía con nosotros mismos.
  2. Afrontar nuestros objetivos o los retos del día a día de forma proactiva, con confianza e ilusión. Nos permite disfrutar el camino sin miedos, boicoteos o machaques cuando las cosas no nos salen bien.
  3. Enriquece nuestras relaciones porque nos permitimos ser nosotros mismos, espontáneos, naturales y contradictorios, sin culpas ni chantajes.

¿POR DÓNDE EMPEZAR?

El primer paso: el AUTOCONOCIMIENTO. Tener conciencia de cómo somos, con nuestras virtudes y defectos, potencialidades y limitaciones.

 

EJERCICIO PARA CONOCERNOS MEJOR:

Vamos a descubrir algunas de las creencias que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida. Para ello, piensa en 5 frases, dichos, refranes, que hayas escuchado con frecuencia cuando eras niño/a. Reflexiona: ¿Estas creencias te ayudan a crecer o te limitan? ¿Estás de acuerdo con ellas? ¿Quieres conservarlas o prefieres cambiarlas? 

 Si hay alguna creencia limitante que quieras cambiar, elabora otra creencia para sustituirla (no importa que en estos momentos te cueste creer en ellas o no las sientas tuyas).

A continuación os dejamos varios ejemplos de creencias:

“El que quiera saber,  poco y del revés” –> ¿A qué te invita?, ¿a confiar en la gente, a desconfiar? ¿Te anima a contar tus problemas, tus planes, a pedir ayuda, …?

“Lo bien hecho bien parece” –>  ¿A qué te acerca, a probar y experimentar o a exigirte? ¿te permite hacer las cosas rutinarias sólo para terminarlas (hacer la cama, hacer un ejercicio para clase o salir a correr)?

“No des que hablar” –> ¿Qué te sugiere?, ¿facilita que expreses una opinión diferente, que pruebes algo nuevo o distinto?

 

¿POR QUÉ ESTAS CREENCIAS SON TAN IMPORTANTES?

Porque determinan no sólo nuestro sentir, sino nuestro comportamiento. De manera sutil e inconsciente nos guían en una u otra dirección. En este sentido actúan como “La profecía que se autocumple”.

 

Después de leer este post y hacer el ejercicio puedes dejarnos en los comentarios cuales son tus creencias y si son limitantes o no. También nos puedes escribir cualquier duda que te haya surgido, trabajar en la autoestima no es fácil y este es solo el primer paso a dar. ¡Os leemos!